Quise crear un producto que pudiera transmitir esa sensación: que limpiar también puede ser un ritual amable, casi mágico, un pequeño escape de paz dentro del caos cotidiano. Así nació Bibbidi, un limpiador concentrado que promete más que brillo: ofrece un momento de tranquilidad.
El nombre, por supuesto, se inspira en el encantamiento más famoso del hada madrina: “Bibbidi Bobbidi Boo”. Busqué que el logotipo tuviera esa energía encantadora: por eso trabajé con un lettering ondulado, elegante y suave, coronado por una estrella que sugiere un toque de magia.
La paleta está dominada por tonos aqua y crema, con un degradado que remite a la atmósfera onírica de los cuentos de hadas, pero también a la limpieza y frescura. El fondo está lleno de pequeñas estrellas y burbujas, que refuerzan esa sensación de suavidad y fantasía.
También diseñé una pieza promocional en clave retro-pop, combinando el espíritu encantador del logo con frases como “Pisos relucientes”, “Esencia encantada” y “Aroma de palacio”, que acercan el diseño a los códigos actuales de los productos de limpieza.
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